viernes, 30 de octubre de 2009

Muchos días y sin postear

Fuaa, como pasa el tiempo!
Hace tanto que no escribo nada. Absolutamente nada. Ya ni se por donde iba, que pedazo de la historia me queda por contar. Ni recuerdo.
Quizás lo importa es que ya pasó, que no quedan mas cosas por contar porque todos los días habían sido iguales de repetitivos (y cansadores en el fondo).
Independientemente de eso, no me gustaría cerrar el blog así, sin contar un poquitito el "final de juego", sin contar lo pooquito que hoy se de él. Porque claro, las personas no cambian. Siempre son las mismas, y la mayoría de veces actúan igual.
Una vez que había entendido que no cambiaría, lo cité en mi casa -si, justo en mi casa- para dar fin a lo que ya había concluído hace tiempo.
Subimos a mi cuarto, y el ya sabía que las cosas no iban bien. Bueno, tampoco iban mal. Iban y nada mas. Me miró fijo e intuía que algo me pasaba. Creo que fue por mi "look" tan zaparrastroso, cara totalmente lavada y ya ahí había bajado un poquito de peso. Todavía recuerdo el día que, tras una pelea por mi "cara de payaso de circo" (exageradamente maquillada), le dije que nunca mas me iba a arreglar para alguien que no valore lo que hacía. Así fue, y por ende, el día que todo terminó estaba sin una gotita de pintura.
Le dije la verdad, parte de la verdad. Ya me había cansado de sus intolerables capichos de nene, y de su negativa ante todo. No le conté que unos días antes había conocido a otra persona... una que era de mi edad... es decir, me había ido de un extremo al otro. Y para colmo, eran muy parecidos físicamente! Bantante iguales diría.
Ahora, que ya ha pasado bastante tiempo, me doy cuenta que en realidad, haber conocido a otro fue el impulso que me llevó a terminar con esos casi 3 años de pura histeria y celos.
La cuestión es que estando en mi pieza diciendo esas palabras tan verdaderas y dolorosas ( NO QUIERO SABER MAS NADA ), el me amenazó. No con hacerme algo a mi, sino con terminar con su vida.
Por Dios, que locura! En su momento me lo creí. Es más, cuando se fue de mi casa, llamé rápido a su madre ( la-no-querida-suegra) para contarle lo que me había dicho, para que hable con él. Reconozco ahora, que haberla llamado fue cualquiera. Primero, porque cuando llegó su hijo le dijo que yo la llamé para contarle que tenía otro. Segundo, porque inmediatamente después de cortar el teléfono con ella me llegó un mensaje de su querido hermano con las palabras "MEJOR QUE NO LE PASE NADA A MI HERMANO". Por lo cual, el hábito de amenazar era de familia...
No hablamos más, y casi ni nos cruzamos por la calle durante uno o dos años. Hoy en día, muy pocas veces lo veo, y no nos saludamos para nada. Hasta incluso él se cruza de vereda para evitar todo tipo de HOLA...
Gracias a Dios, internet es grande. Y por eso, se lo que esta haciendo y lo que piensa. Que errado el hombre de confiar en cualquiera!